En la entrada de esta semana os contamos la forma de proceder en épocas de lluvias para con nuestro césped natural.

Tras la época estival, probablemente la época del año que más se castiga nuestro césped, es necesario ayudar a nuestro césped a volver a coger la fuerza y color que debería de tener.

Los meses de septiembre y octubre son clave a la hora de enriquecer a nuestro césped, puesto que estos meses nuestro césped tiene un respiro, las temperaturas no serán tan extremas como en meses atrás y las lluvias nos ayudarán en su renovación.

 

Período post – estival

En esta época del año nuestro césped puede que no debiera estar como nosotros deseamos, esto de debe al uso intensivo del mismo.

Pero no nos preocupemos, es lo normal. Sólo tenemos que aplicar una serie de prácticas a nuestro césped que garantizarán su puesta a punto.

Septiembre y las lluvias

Antes hemos hablado que la lluvia favorecerá a su renovación, pero un exceso nunca es algo bueno.

El exceso de agua en nuestro césped puede producir la aparición de manchas amarillentas en nuestro césped.

Este exceso de agua puede llegar a producir:

  • Hongos y enfermedades: Un exceso de agua hace que las raíces del césped se pudran, originando un hábitat ideal para la proliferación de enfermedades y hongos. Para ello no debemos regar el jardín para no aumentar ese exceso de agua. En caso de que esté instalado riego automático sin sensor de lluvia, es necesario des-programarlo e ir regando nuevamente cuando la tierra lo necesite.
  • Raíces poco profundas: Al existir más agua en el suelo hay menos cantidad de aire, lo que impide que las raíces crezcan adecuadamente. Este efecto ocurrirá cuando las lluvias cesen y comience el césped a secarse. Es importante estar atento en este momento para comenzar con el riego manual o programado.
  • Aumento de plagas: Puede existir un aumento de malezas e insectos difíciles de controlar. Habrá que fumigar y fertilizar después de las lluvias.

El corte es la clave

Por norma general, el corte del césped se realiza semanalmente, pero a consecuencia de las lluvias este se distancia en el tiempo.

Si dejamos crecer muy alto el césped y luego lo cortamos mucho de golpe, dará como resultado un césped áspero, pálido y amarillo, siendo más propenso a que aparezcan malezas.

Si por el contrario lo cortamos muy bajo, el suelo queda expuesto al sol facilitando el brote de todas las semillas que hubiese, llegando a tener cualquier cosa menos el césped deseado.

Lo ideal es cortarlo a media altura, consiguiendo un colchón de hierba que genere sombra por abajo ganando terreno a la posible existencia de malezas, impidiéndoles crecer porque no les llega luz suficiente.

El corte es muy importante en cualquier época del año, ya que en verano elevamos la altura de corte para contrarrestar los efectos del calor y en invierno para proteger del frío a las raíces.

 

Octubre y el Otoño

Los cuidados del césped en octubre deben basarse en una buena aireación y un completo abono, además de prestar especial cuidado a las hojas que ya comienzan a caerse.

Durante este mes de octubre, con la estación otoñal encima, nuestro jardín comenzará a aparecer cubierto de hojas, lo más recomendable es retirarlas inmediatamente para no dañar el césped, ni siquiera las acumularemos en un punto del jardín ya que dañaremos esa zona.

Tendremos especial cuidado con las lluvias que puede traer este mes, si notamos que la tierra del jardín está suficientemente húmeda evitaremos realizar más riegos para no asfixiar las raíces de la planta.

A finales de este mes de octubre, realizaremos la última siega al césped antes de la llegada del invierno y las frías temperaturas, para evitar que el frío dañe al césped si éste está muy corto.