Hay distintos modos de combatir las enfermedades del césped natural. La más común en el césped no artificial es la aparición de hongos. Normalmente, los hongos surgen debido a la humedad y a las altas temperaturas. Su presencia puede apreciarse por la aparición de zonas de césped muerto, con tonos amarillos, dorados o marrones. Generalmente, las especies de verano son más propensas a presentar hongos en la época invernal, mientras que las especies de invierno suelen padecerlos cuando llega el calor.
Resulta esencial identificar cuanto antes qué hongo específico es el que está dañando el césped. En caso contrario, si no lo tratamos a su debido tiempo, el césped puede morirse o bien las manchas instalarse definitivamente. Hay que tener en cuenta que incluso los expertos pueden tener dificultades para identificar los hongos. Por lo tanto, lo más conveniente es realizar un análisis microscópico en laboratorio para fijar exactamente la enfermedad que padece y qué tratamiento debe aplicarse.
Enfermedades del césped natural: prevención y control
Para prevenir y controlar la aparición de hongos conviene proceder a un riego adecuado, realizar un corte regular y a la fertilización del césped. No obstante, cuando los hongos ya están presentes, lo mejor es erradicarlos mediante el uso de fungicidas. No cabe duda de que cuando la enfermedad ya está presente en el césped, lo más conveniente es aplicar los fungicidas de forma inmediata. Según el tipo de fungicida, lo más normal es aplicarlo por segunda vez transcurrida una semana.
Factores a tener en cuenta
Conviene tener en cuenta estos factores para erradicar las enfermedades del césped natural:
- El césped es más fuerte si subimos la altura del corte. Será más resistente al ataque de enfermedades provocadas por los hongos. También a la sequía y al ataque de insectos.
- No conviene regar durante los tres días posteriores a la aplicación del fungicida. De esta manera, evitaremos que se diluya en el suelo.
- Los fungicidas son mucho más eficaces cuando entran en contacto con la hoja de la planta.
- Abonar de forma escasa o excesiva perjudica al césped natural a la hora de combatir y prevenir la aparición de hongos. Por lo tanto, debemos asegurarnos de que aplicamos la cantidad de abono justa.
- Conviene aplicar un tratamiento fungicida al cortacésped, tanto en las carcasas como en las cuchillas. Así se evita que el hongo se transmita a otras zonas sanas o bien a las áreas ya recuperadas.
- En caso de que algunas partes del césped hayan sufrido un daño irreparable y estén muertas, lo mejor es sanear la zona y resembrar de nuevo. Ten en cuenta que la resiembra debe hacerse con variedades lo más resistentes posible. En caso de que la enfermedad se reproduzca, lo más conveniente es consultar con un productor de césped. Actualmente existen numerosas variedades de césped resistentes a los hongos más comunes.
- Como medida de prevención, procura no caminar sobre la zona infectada. Ten en cuenta que se podría transmitir la enfermedad a otras zonas del césped que están sanas.