Ya esta aquí el calor, las comidas y cenas al aire libre, actividades fuera de casa, etc… y por consiguiente toca controlar el mantenimiento del césped en verano.

El mantenimiento del césped en esta época del año es relativamente sencillo. Simplemente basta con dos labores básicas que son el regado y cortado.

Pero hay diversos problemas que pueden darse en nuestro césped en esta época del año debido a las altas temperaturas, uso continuado del espacio y otros factores que trataremos a continuación.

 

Problemas relacionados con el suelo

Compactación en suelos

Uno de los problemas más comunes en verano es la compactación del suelo debido a su uso continuado, como por ejemplo en un campo de fútbol, que provoca que el suelo se encuentre más duro de lo normal, césped poco denso y un enraizamiento pobre.

La solución sería, si disponemos de varias zonas con césped, cambiar de zona de juego con relativa fluidez.
Realizar un aireado del suelo, que aumenta la percolación y mejora la estructura si aportamos enmiedas.

 

Alcalinidad en suelos

El uso del césped en verano se dispara provocando un crecimiento escalonado y deficiente. También se ve alterado el pH del césped, que debe de estar en el rango de 6,0 a 6,5.

La solución a este problema sería realizar un análisis del pH de nuestro suelo y realizar los ajustes pertinentes para que comprenda el rango antes mencionado.

 

Nutrientes a niveles bajos

 

 

Si notas que tu césped amarillea, tiene un crecimiento más lento de lo que debería o lo notas poco denso puede que se deba a que tiene los nutrientes bajos.

La solución a este problema sería programar la fertilización del suelo, equilibrando el suministro de elementos. Como nitrógeno, fósforo y potasio (N,P,K) y otros elementos que pueden favorecer a la nutrición de nuestro césped afectado.
Analizar el pH del suelo y ajustarlo si fuese necesario.

 

Exceso de agua

Es conveniente que a la hora del riego, no encharquemos ninguna zona del césped, puesto que priva a las raíces de oxígeno, impide su correcto crecimiento y promueve la pudrición de la raíz y la corona.

La solución a este problema es controlar el volumen de agua para el riego y comprobar que nuestro césped tiene un correcto drenaje.

 

Escasez de agua

La falta de agua dota de una decoloración a las gramíneas que pasa desde el verde azulado, el marrón quemado y terminando en el color pajizo. Se quedan las pisadas marcadas en el césped

Muchas gramíneas, ante el estrés de la sequía entran en latencia y vuelven a reverdecer de nuevo cuando regresa la humedad.

Este tipo de latencia impone un estrés sobre el césped, y debilita sus defensas frente a enfermedadesmalas hierbas, la degradación es diversa dependiendo de la especie.

La solución a este problema es:
  • Riegos profundos de hasta 15 cm cuando sea necesario.
  • Riegos por la mañana temprano, el follaje se seca más rápido.
  • No se recomienda el riego durante la noche con clima cálido y húmedo debido al potencial desarrollo de enfermedades.

 

La siega o corte de nuestro césped en verano

La altura de nuestro césped, frecuencia de corte y cuidado de la maquinaria son una de las principales preocupaciones a la hora de mantener en perfecto estado nuestro césped.

De forma que te vamos a dar unas claves para que tengas el césped siempre bien segado.

  • Cortar el césped de 5 a 7  cm, con temperaturas altas y clima seco.
  • Evitar las “calvas”, especialmente en las zonas irregulares, con baches.
  • Eliminar no más de 1/3 de la superficie total de la hoja en un corte siempre.
  • Si las hojas del césped se ven de color marrón y desgarrado, AFILAR y ajustar las cuchillas.