Los setos y cerramientos de plantas vivas son alineaciones de árboles o arbustos usadas para impedir el paso del ganado, vehículos o personas. También se utiliza para evitar la acción perjudicial del viento, para crear pantallas contra ruidos o para impedir la observación indiscreta en determinadas zonas de las explotaciones agropecuarias, urbanizaciones y jardines.

Hay que destacar que por el simple hecho de tratarse de plantas vivas son naturalmente ornamentales. Cada año, en la brotación, renuevan su aspecto con la variedad del colorido. Por el crecimiento, adoptan formas distintas que son susceptibles, incluso, de ser modeladas mediante la poda. Y son ornamentales porque permiten ocultar aspectos ingratos de las construcciones tales como casetas de servicio, depósitos de residuos, tanques metálicos, postes o las clásicas mallas metálicas de alambre galvanizado que dan aspecto carcelario a los cerramientos.

Los setos se utilizan no sólo para los propósitos indicados, sino también como elementos con fines estéticos en sí mismos, tales como realzar un parterre, una figura, o bien simplemente para crear pantallas vegetales de colores variados.

Ahora bien, no existe una línea divisoria entre los utilizados con uno u otro fin, porque la plantación y los cuidados culturales periódicos, tales como riegos, podas o tratamientos contra plagas o enfermedades tienen la misma finalidad, es decir, la conservación de las plantas en buen estado durante el mayor tiempo posible.

Incluso las plantas, tanto en un caso como en otro, pueden ser las mismas, aunque en las aplicaciones agropecuarias, normalmente establecidas en campo abierto, conviene observar la flora espontánea para elegir especies que se adapten a las condiciones de cada lugar.

En los casos de aplicaciones urbanísticas o de jardinería no cuentan tanto las condiciones externas como el efecto ornamental y paisajístico que se ha de conseguir, para lo que es frecuente corregir las deficiencias del suelo o la falta de humedad.

Las ventajas de los setos son, por tanto, además de impedir el paso o lograr la estética deseada, conseguir un coste bajo en relación con otro tipo de cerramientos e incluso la posibilidad de obtener flores o determinados frutos.

Pero, como siempre, además de ventajas también tienen inconvenientes, especialmente en el caso de la aplicación agrícola, ya que pueden perjudicar a los cultivos próximos, disputándoles el espacio, los abonos o la humedad. Asimismo pueden ser albergue de plagas y enfermedades que luego pasan a los cultivos.

Por otra parte, el propio desarrollo de los setos puede verse afectado por animales que los dañen o destruyan, en cuyo caso hay que acudir a especies espinosas para que disuadan a los animales de acercarse.

Especies

Son muchas las especies que pueden utilizarse para la formación de setos, y no sólo arbustivas sino también arbóreas. Actualmente tienen gran importancia para la formación de setos y cerramientos las coníferas. Por la frecuente utilización que se hace de ellas para este fin, se relacionan algunas indicando sus exigencias básicas.

De todas estas plantas, los cipreses son las coníferas más empleadas para setos, porque todas sus especies son realmente rústicas, ornamentales y de vida longeva. Satisfacen todas las exigencias que justifican por qué se las elige para este propósito, de modo que bien merece referirse a ellas en primer lugar, con el detalle necesario para obtener la mayor eficacia, tanto en el establecimiento de los cerramientos como en los cuidados para mantenerlos en perfecto estado.