¿Sabes en qué consiste el Manejo Integrado de Plagas o MIP? Cuando vemos malas hierbas o insectos que invaden nuestras plantas favoritas, nuestra primera respuesta suele ser aplicar un pesticida. Algunas personas incluso aplican un pesticida para prevenir las invasiones de plagas.
Ambas respuestas automáticas conducen a un uso innecesario de pesticidas. Un mejor enfoque es el Integrated Pest Management (IPM) o Manejo Integrado de Plagas (MIP).
El manejo integrado de plagas es un proceso utilizado para resolver problemas de plagas minimizando los riesgos para las personas y el medio ambiente. El MIP se puede utilizar para manejar todo tipo de plagas en cualquier lugar: en áreas urbanas, agrícolas y silvestres o naturales.
¿En qué consiste el Manejo Integrado de Plagas o MIP?
El MIP es un método basado en la prevención a largo plazo de plagas o sus daños a través del ecosistema y se enfoca en una combinación de técnicas de control biológico, manipulación del hábitat, modificación de las prácticas culturales y el uso de variedades resistentes a las plagas.
Los pesticidas se usan solo después de que el monitoreo indique que son necesarios de acuerdo con las pautas establecidas. Además, los tratamientos se realizan con el objetivo de eliminar solo el organismo objetivo.
Los materiales de control de plagas se seleccionan y aplican de manera que minimicen los riesgos para la salud humana, para los organismos benéficos y no objetivos y el medio ambiente.
Manejo Integrado de Plagas (MIP)
En este artículo de Arpasa, les mostraremos que es el Manejo Integrado de Plagas o MIP y cómo llevarlo a cabo para disminuir el uso de pesticidas en nuestros jardines y céspedes.
Principios a seguir en el manejo integrado de plagas
Los siguientes principios y prácticas se combinan para crear programas de MIP. Si bien cada situación es diferente, estos componentes principales son comunes a todos los programas de MIP:
- Aprender sobre las plantas que tenemos y sus posibles plagas.
- Seleccionar las plantas adecuadas para la ubicación en la que nos encontramos.
- Inspeccionar con frecuencia las plantas para ver si los niveles de plagas se incrementan o disminuyen.
- Identificar los síntomas de las plagas. El conocimiento de las plagas, su ciclo de vida y el daño que causan es esencial para una gestión eficaz de las plagas.
- Determinar si realmente se necesitan medidas de control. Por ejemplo, esto se puede determinar contando la cantidad de insectos presentes y observando cuidadosamente la cantidad de daño que están causando. La mayoría de las plantas pueden tolerar una cantidad considerable de alimento por parte de los insectos antes de que se produzcan daños graves.
- Cuando el tratamiento sea necesario, seleccionar métodos que sean menos perjudiciales para los controles naturales y menos peligrosos para la salud humana y el medio ambiente. Comenzar con controles culturales, mecánicos o biológicos.
- Evaluar cada tratamiento aplicado para determinar qué métodos funcionan mejor.
1. Opciones de control de plagas
Como lo mencionamos anteriormente, el MIP tiene un enfoque ecológico para el manejo de plagas que integra métodos de control cultural, mecánico, biológico y, como último recurso, químico.
Veamos en qué consiste cada uno de ellos:
Control cultural
Los métodos de control cultural de plagas intentan crear condiciones óptimas de crecimiento para las plantas y condiciones desfavorables para las plagas. Los métodos incluyen:
Para Jardines
- Selección de variedades resistentes a las enfermedades.
- Variedades vegetales adaptadas a las condiciones geográficas y del suelo.
- Mantenimiento de un suelo rico y fértil, con el pH adecuado para las plantas que se cultivan.
- Rotar las plantas para interrumpir el ciclo de vida de las plagas. Esto se denomina rotación de cultivos.
- Plantar y cosechar temprano para promover plantas más saludables y fuertes. Esto evitará las poblaciones pico de insectos.
- Eliminación de los residuos de plantas infectadas por plagas en el otoño.
- Plantar una amplia variedad de cultivos para reducir los posibles problemas de plagas.
- Evaluar la disponibilidad de luz solar y agua. La mayoría de las plantas de jardín necesitan una gran cantidad de cada una para ayudar a controlar los problemas de plagas.
Para céspedes
Las alturas de corte adecuadas son importantes. Debemos configurar la podadora para realizar cortes de 5 a 6,5 centímetros de altura.
Cortar el césped con frecuencia, cada vez que alcance de 7,5 a 10 centímetros. Es importante no cortar más de un tercio de la altura por vez. En lugares problemáticos, debemos recordar que las condiciones inadecuadas de luz, humedad o suelo desalientan un buen césped.
El uso de pastos tolerantes a la sombra, la incorporación de una capa superficial de suelo o el cambio a cubiertas vegetales alternativas pueden ser la respuesta.
Control biológico
Numerosos organismos se alimentan o infectan a las plagas de insectos. Estos son controles biológicos que frecuentemente evitan que la población de insectos alcance niveles dañinos. Tres tipos de enemigos naturales de algunas plagas de insectos son:
- Depredadores. Como las mariquitas, los escarabajos terrestres y las aves que consumen muchas plagas durante su vida.
- Parásitos. Como la avispa trichogramma, que consume durante toda su vida varias plagas de insectos parasitando sus huevos.
- Patógenos. Como los hongos, bacterias y virus que infectan muchas plagas de insectos simultáneamente.
Minimizar el uso de pesticidas en céspedes y jardines permite que estos enemigos naturales u organismos no objetivos prosperen. Esto, ayuda a controlar con mayor éxito las poblaciones de plagas.
Control mecánico
- Práctica del arte del deshierbe manual. Cuando se consideran la salud, los gastos, las consecuencias ambientales e incluso el tiempo, los pequeños problemas con las malas hierbas del césped se manejarán mejor si se arrancan las malas hierbas a mano.
- Labrar la tierra en áreas con malezas, en lugar de usar herbicidas.
- Al igual que el deshierbe manual, algunos insectos grandes, como ciertas orugas, pueden eliminarse fácilmente a mano en poco tiempo.
- Usar mantillos para reducir los problemas de malezas, conservar la humedad y prevenir la erosión del suelo.
Control químico
Cuando hayamos identificado con precisión la plaga, evaluado sus daños por encima del umbral de tolerancia de la planta y los demás controles hayan fallado o no sean prácticos, entonces elegiremos cuidadosamente un pesticida.
Los pesticidas suelen ser eficaces solo durante determinadas etapas de la vida de una plaga y en concentraciones específicas. Si es posible, seleccionaremos un pesticida que esté diseñado para matar solo los insectos, malezas u organismos patógenos que causan el daño.
Los productos de control de plagas menos tóxicos incluyen:
- Insecticidas microbianos. Son los derivados de microorganismos como Bacillus thuringiensis.
- Insecticidas inorgánicos. Son aceites y jabones que matan las plagas por contacto y representan una pequeña amenaza para el medio ambiente.
Los jabones insecticidas destruyen las membranas de las plagas y son eficaces contra los insectos de cuerpo blando.
2. Directrices para el uso de pesticidas
Aplicación de pesticidas
Debemos usar pesticidas solo cuando fallan otros métodos de control. El uso extensivo de pesticidas puede matar organismos benéficos que ayudan a mantener bajo control las poblaciones de plagas.
Sigamos las siguientes directrices:
- Leer la etiqueta con atención ya que en ella se nos indica cómo, cuándo y dónde usar el producto.
- Aplicar la cantidad especificada de producto que indica la etiqueta y aplicarlo solo a las plantas y áreas indicadas. La aplicación excesiva es una pérdida de dinero y un peligro para el medio ambiente.
- Usar indumentaria protectora como se indica en la etiqueta. No lavar la ropa, contaminada con pesticidas, con otra ropa.
- Asegurarse que el pesticida esté designado para su uso en la plaga que deseamos controlar. No mezclemos diferentes pesticidas a menos que esté indicado las instrucciones del producto.
- Mantener los pesticidas en sus envases originales para saber lo que son y cómo utilizarlos.
- No aplicar pesticidas si se pronostica lluvia, a menos que lo especifique la etiqueta. Algunos pesticidas deben regarse después de la aplicación, pero la lluvia o el riego pueden lavar otros de las plantas, disminuyendo la efectividad y posiblemente contaminando lagos y arroyos. Es vital leer la etiqueta.
- Nunca rociar pesticidas en días ventosos. El rocío flotando en el viento representa un grave peligro para las plantas y los animales no objetivo, incluidos los que se encuentran en los patios vecinos.
- Nunca aplicar pesticidas en terrenos desnudos o áreas erosionadas. Esto es porque cuando llueve, los pesticidas pueden eliminarse fácilmente de estos sitios con suelo erosionado. No se debe aplicar pesticidas cerca de pozos, arroyos, estanques o marismas a menos que las instrucciones específicamente permitan dichos usos.
Esperamos que este artículo sobre el Manejo Integrado de Plagas (MIP), les haya resultado de utilidad. Si desea obtener más información sobre aplicaciones para césped natural o artificial en áreas deportivas o paisajismo, contáctenos hoy mismo. Será un placer responder a cualquier pregunta que pueda tener y ayudarlo a encontrar la mejor solución.