¿Quieres plantar césped natural pero no sabes cómo hacerlo en verano o en invierno? Se ha demostrado que los espacios verdes mejoran el bienestar y reducen el estrés en las personas. Cada vez encontraremos más pruebas de que la jardinería y los paisajes de césped natural que se encuentra en campos deportivos y jardines generan sensaciones de bienestar a las personas. También, está demostrado que las plantas nivelan la presión arterial, reducen la tensión muscular relacionada con el estrés, mejoran la atención y reducen los sentimientos de miedo, ira o agresión.

Cómo plantar césped natural en verano y en invierno

Desde el punto de vista laboral, se ha descubierto que las personas que viven y trabajan en entornos con vista a jardines y campos de césped natural se recuperan del estrés más rápidamente en comparación con un paisaje urbano. Los empleados con una vista hacia jardines experimentan menos presión laboral, mayor satisfacción y menos dolores de cabeza que aquellos que no tienen una vista similar. En resumen, se ha demostrado que los espacios verdes aumentan la productividad y la salud de los seres humanos.

Por otro lado, el césped natural se utiliza ampliamente para la recreación y el deporte, así como para proporcionar lugares donde adultos, niños y mascotas pueden pasar tiempo fuera del hogar. Solo en EE.UU., 80 millones de personas mayores de siete años practican deportes sobre césped. Además, la mayoría de los atletas profesionales prefieren jugar en superficies de césped natural.

Cómo plantar césped natural en verano y en invierno

¿Cómo plantar césped natural en verano y en invierno?

Es posible plantar césped en cualquier época del año. Sin embargo, es importante saber qué tipo de césped seleccionar y en qué momento plantarlo. En este artículo de Arpasa, les daremos algunas indicaciones de cómo plantar césped natural en verano y en invierno. Veremos desde cómo hacerlo, qué tipo de césped se adapta a las condiciones climáticas de nuestro entorno y en qué momento hacerlo, tanto en verano como en invierno.

¿Cómo plantar césped en verano y cuál es el mejor momento para hacerlo?

El momento preciso para plantar césped va a depender de la ubicación geográfica donde se localice el jardín o terreno a plantar. También, dependerá del tipo de césped natural que deseamos plantar.

En clima mediterráneo, el momento óptimo para sembrar el césped es entre la primavera y el inicio del verano. De esta forma, podremos obtener los mejores resultados de una siembra a tiempo para la entrada del verano.

Por lo general, el césped utilizado para este tipo de siembra proviene de zonas tropicales. Este, después de sembrado, madura y se fortalece para poder resistir las fuertes insolaciones y el calor del verano.

Ese tipo de césped puede desarrollarse perfectamente a temperaturas de ambiente entre los 20 y 35°C. Además, para germinar, sus semillas requerirán de suelos menos fríos que otros tipos de césped natural. La temperatura óptima del suelo deberá estar por el orden de los 18 a 20°C.

Cómo plantar césped natural en verano y en invierno

¿Cómo plantar césped en el calor del verano?

Si hemos decidido plantar nuestro césped en el período más caluroso del verano, en aquellas zonas más calurosas y secas, debemos seguir las siguientes indicaciones. Estas indicaciones son válidas a la hora de tapar las zonas peladas o dañadas de jardines ya establecidos.

Cómo plantar césped natural en verano y en invierno

Usar semillas de buena calidad

Para obtener un resultado óptimo en la cobertura de las zonas dañadas de un jardín, que además se encuentre saludable, debemos emplear semillas del mismo tipo de césped ya establecido.

Si no sabemos cuál es el tipo de césped existente o deseamos cambiarlo por otra especie, tendremos que solicitar la ayuda de un especialista. En Arpasa, estamos dispuestos a prestarle cualquier asesoramiento consultando con nosotros para brindarle todos los consejos necesarios sobre césped natural.

Cómo plantar césped natural en verano y en invierno

Preparar el terreno de manera adecuada

Como lo haríamos en cualquier época del año, antes de sembrar el césped en verano, tenemos que preparar el terreno de siembra lo mejor posible para que no se pierda nuestro trabajo y el césped pueda crecer de manera saludable.

Si vamos a sembrar en la totalidad del terreno o en algunas zonas peladas o dañadas de nuestro jardín, antes debemos airear y escarificar el terreno. Esta labor facilita la oxigenación y el drenaje de las aguas de lluvia o de riego para evitar la saturación y favorece el crecimiento sano de nuestro césped.

Cuidado con el riego

Al principio es fundamental el riego si deseamos tener un césped verde y tupido. Para esto debemos mantener de 2 a 3 cm de superficie del suelo húmedo (no encharcado) luego de haber plantado las semillas. Esto hará que germinen de manera óptima.

El promedio de riego deberá ser de 2 a 4 litros de agua por cada metro cuadrado de superficie de terreno. La distribución del riego debe ser uniforme y lo haremos una o más veces por día usando el agua con moderación. Es importante observar con frecuencia el estado del césped. Esto, para ir ajustando las cantidades del riego y para que la humedad permanezca constante y no escasa o excesiva.

Debemos tener en cuenta que cuanto más seco, caluroso y soleado sea el clima que tengamos en nuestro terreno o jardín, los riegos deberán ser más frecuentes y controlados. Sobre todo en las horas más intensas del día.

Comenzaremos a reducir la frecuencia del riego, sin disminuir la cantidad de agua, tan pronto como veamos que las semillas han germinado y comencemos a ver los filamentos de césped reciente. Sin embargo, debemos seguir manteniendo húmeda la superficie del terreno entre 2 y 3 cm alargando los tiempos entre riegos.

Lo anterior, hará que las raíces de nuestro césped se hagan más profundas y se fijen aún más en el terreno.

A medida que el césped nuevo va creciendo, disminuimos la frecuencia de riego hasta que se requiera mantener un solo riego diario en pleno verano. No debemos dejar que el suelo seque completamente. Ya en esta etapa, cuando el césped tiene la altura de su primer corte, la frecuencia de riego será una al día de 15 a 20 litros de agua por metro cuadrado. Esto hará que el suelo permanezca húmedo en unos 10 a 15 cm de profundidad, llegando a estar casi completamente seco para el próximo riego.

Cuidado del césped los días calurosos y muy húmedos

En tiempos de lluvias tormentosas veraniegas, no resulta apropiado sembrar césped. Cuando combinamos altas temperaturas con exceso de humedad, el agua en demasía perjudica y propicia condiciones inadecuadas para el césped. Esto, a tal punto que nuestro terreno se queda sin oxígeno perjudicando las raíces de nuestro césped. Además, esto hará que las raíces no puedan nutrirse y por ende nuestro césped morirá.

En las noches de verano excesivamente calurosas y húmedas, en el caso de las regiones costeras, próximas a la costa o cercanas a grandes masas de agua, estas condiciones climáticas resultan significativamente perjudiciales para el césped recién plantado. Estas propician el crecimiento de hongos y otras malezas o parásitos dañinos.

Como prevención, es imprescindible que el terreno donde vayamos a sembrar nuestro césped en verano tenga un buen drenaje.

Para obtener una distribución homogénea en el reparto de las semillas por el terreno, debemos seguir las recomendaciones del proveedor de semillas o de las indicaciones del empaque. Es recomendable adquirir un buen esparcidor de semillas para asegurarnos de obtener la mejor uniformidad en la distribución de las semillas por el terreno.

Si esparcimos las semillas manualmente, la siembra resultará poco homogénea. Esto disminuirá la posibilidad de obtener buenos resultados en la siembra del césped durante el verano.

Si resulta muy alta la densidad de semillas tratando de desarrollarse al mismo tiempo en un reducido espacio, el agua y el aire que requieren se verán reducidos. Esto hará que se reduzca la provisión de agua y aire necesarios para su crecimiento y propiciará, al mismo tiempo, que nuestro césped se enferme.

¿Cómo plantar césped en invierno y cuál es el mejor momento para hacerlo?

Tal vez nuestro caso sea el de querer sembrar nuestro césped para el invierno. Es evidente que perderemos la siembra si lo hacemos en pleno invierno ya que se secará pronto y tomará un color pasto amarillo.

Debemos tomar en cuenta que el mejor momento para sembrar nuestro césped es en otoño si queremos verlo verde y fuerte en invierno.

Si tenemos una especie de césped veraniego, es recomendable esperar a mediados de octubre y así evitar que el remanente de calor de septiembre lo haga más fuerte y reduzca los nutrientes necesarios para la resiembra.

¿Qué especie de césped se adapta mejor al invierno?

La mejor especie adaptable para el invierno es del tipo raygrass. Esta especie es conocida también como ray-grass, ballico o raigrás tetraploide, dependiendo del lugar donde se cultive. Este césped es conocido por su género en latín como lolium. Usualmente se utiliza para sembrar jardines en tiempos cálidos.

Existen dos variaciones de césped raygrass:

  • Raygrass perenne (Lolium perenne).
  • Raygrass anual (Lolium multiflorum).

La combinación de ambos tipos de césped se denomina raygrass híbrido (Lolium hibridum).

Ambos tipos o géneros de césped son adaptables a las regiones soleadas y sombrías.

Césped raygrass perenne

El tipo de césped raygrass perenne es más costoso y se adapta durante mucho tiempo en climas invernales no muy rigurosos. Sin embargo, esto puede representar un problema para el césped de verano ya plantado porque puede sofocarlo. El raygrass perenne no sobrevive en climas cálidos extremos. Es el caso de las regiones centro-sur y sur costera de España. Este césped es de tonalidad más oscura y de textura más fina que el raygrass anual. Es el género más sembrado en las zonas templadas en campos deportivos durante el invierno.

Césped raygrass anual

También llamado raygrass italiano, el raygrass anual, es de menor costo y de color verde más tenue que el raygrass perenne. Su textura es más áspera y su ciclo de vida termina a finales de la primavera que le sigue al otoño después que lo hemos plantado.

¿Cuándo sembrar el césped de invierno?

Dar con el mejor instante para sembrar el césped de invierno, no es nada fácil. El momento para sembrarlo debe ser aquél en el que aún persisten los días cálidos para que el césped joven pueda crecer. Además, debe coincidir con noches frescas de tal manera que el césped de verano no se convierta en competencia para nuestro césped de invierno.

Por lo anterior, es posible encontrar la mejor época para la siembra desde mediados y finales de septiembre hasta finalizado el mes de noviembre. Esto dependerá de la región y el clima específico que se presente en ese año.

Si nos pasamos de tiempo, nuestro césped de invierno no podrá asentarse lo suficiente sobre el terreno. Tampoco podrá madurar ni prepararse para soportar la embestida del invierno que se aproxima.

¿Cómo sembrar el césped de invierno?

Veremos seguidamente, el procedimiento esencial para plantar nuestro césped de invierno de manera adecuada y con éxito:

1. Preparación
  • Treinta (30) días antes de la fecha prevista para la siembra de nuestro césped de invierno, dejamos de fertilizar nuestro césped de verano.
  • Dos (02) semanas antes a la siembra de nuestro césped, lo cortamos de 30 a 40% más corto que de costumbre. Podemos hacerlo ajustando la altura de las cuchillas de nuestra máquina de cortar césped.
  • Adicionalmente, disminuimos el riego un 30%.
2. Siembra
  • Dejamos de regar nuestro césped 2 o 3 días antes de la siembra.
  • Cortamos el césped entre 20 y 30% más bajo.
  • Quitamos la bolsa de recolección de la cortadora y utilizamos los restos del césped segado como mulching o acolchado para facilitar el anclaje de nuestro césped de invierno.
  • Utilizamos, por cada 100 metros cuadrados de terreno, de 6 a 8 kg de semillas de césped de invierno.
3. Cuidados
  • Regamos de 3 a 4 veces por día nuestro césped. Esto es lo necesario para que nuestras semillas permanezcan húmedas.
  • Evitar que el agua forme charcos y facilitar su libre drenaje. Si dejamos que el agua exceda la cantidad necesaria, nuestras semillas quedarán expuestas a enfermedades causadas por el exceso de humedad.
  • Una vez que veamos que nuestro césped de invierno comience a despuntar retoños verdes, recortamos la frecuencia de riego a una vez al día. Luego cambiamos a la modalidad de riego interdiario (un día sí, otro no).
  • Seguidamente, disminuimos la frecuencia del riego durante las siguientes 3 a 4 semanas.
  • Fertilizamos el terreno con fosfato de amonio durante 2 semanas después de que haya asomado la hierba por primera vez. Durante este tiempo, regamos el terreno después de usar el fertilizante.
  • Para finalizar, cortamos el césped nuevo cuando mida alrededor de 8 centímetros de altura.

A continuación, les presentamos algunas recomendaciones que debemos tener presentes a la hora de sembrar nuestro césped de invierno.

Recomendaciones a la hora de sembrar césped de invierno

  • Debemos asegurarnos de que las semillas que hemos adquirido estén certificadas y libres de malezas. Esto nos evitará trabajo extra a la hora de mantener un magnífico y saludable césped durante las próximas semanas.
  • Debemos leer con detenimiento las etiquetas y seguir las indicaciones del proveedor de semillas para conocer las cantidades que usaremos para la siembra.
  • Si por ahorrarnos algún dinero decidimos realizar la siembra de manera manual o dispersa, nuestro césped no se desarrollará de manera espesa y bonita.
  • Existen algunas circunstancias consideradas como negativas cuando resembramos un jardín de césped veraniego con césped de invierno. Tal es el caso en zonas con escaso suministro de agua. Esto debido a que el césped de invierno necesita mayor irrigación durante una semana entera después de la siembra.
  • Si deseamos descansar de los trabajos habituales de mantenimiento de nuestro césped (corte, riego, fertilizado, etc.), no se recomienda sembrar césped de invierno. Este tipo de césped necesita una cantidad de trabajo similar a la del césped de verano. Además, si lo fertilizamos correctamente, debemos tener en cuenta que será necesario usar la cortadora de césped semanalmente.
  • El césped de verano que no es sembrado junto con el césped de invierno termina siendo mucho más sano. Los jardineros profesionales por lo general, lo hacen cada dos años.
  • No debemos sembrar césped invernal sobre césped veraniego que no haya permanecido hasta un año para crecer.

Mantener el césped natural y otros espacios verdes es importante para el medio ambiente, la economía y las comunidades locales. Cuando se construyen y mantienen adecuadamente, los campos de césped natural, estos pueden proporcionar superficies seguras y de alto rendimiento para satisfacer las necesidades de los usuarios sin usar demasiada agua, fertilizantes o herbicidas.

Si deseas plantar césped natural en tu jardín y necesitas asesoramiento puedes consultar con nosotros para brindarte todos los consejos necesarios.